En alguna ocasión te habrá pasado que dentro de tu rutina, tu trabajo, tus deberes o tus interacciones sociales, te resulta muy difícil mantener los ojos abiertos y no paras de bostezar. Seguro piensas, “en cuanto llegue a la cama me dormiré inmediatamente”, sin embargo, resulta todo lo contrario y ahora no puedes conciliar el sueño, ¿por qué sucede esto?, ¿qué puedes hacer para lograr dormite rápido? ¿Es normal?

Las razones pueden ser varias, e identificar cuál es la que te impide dormir cuando ya estás suficientemente cansado y en la cama, podría ayudarte a conseguir conciliar el sueño.

 

1. Trastorno de la fase de sueño retrasada.

El ritmo circadiano, que es el reloj interno del cuerpo, que funciona en un ciclo de 24 horas, utiliza las señales de luz y oscuridad del día para controlar funciones del cuerpo, entre ellas el metabolismo, las hormonas, y el ciclo sueño-vigilia.
Al oscurecerse, comienza la producción de melatonina, que es la hormona que nos ayuda a dormir, y la mayoría de las personas, comienzan a sentir sueño unas 2 horas después de que los niveles de melatonina comienzan a aumentar.

Aunque cada persona tiene un ritmo circadiano único y distinto, si te sientes cansado y no puedes dormir, es posible que tu ritmo circadiano se encuentre retrasado.

 

2. Siestas inoportunas.

Las siestas son funcionales si las tomas en el momento y con la duración adecuada. Las siestas largas y tardes durante el día, pueden hacer que dificultar el sueño por la noche sea complicado.
La recomendación es tomar siestas de 20 a 30 minutos, y hacerlo en un horario temprano.

 

3. Ansiedad.

El estado de alerta que es provocado por los pensamientos ansiosos, es incompatible con el estado de relajación necesario para conciliar el sueño. Por ello, por más cansado que te sientas, al llegar a la cama, si tus pensamientos invaden tu cabeza, lo más seguro es que no consigas dormir rápidamente.

Para controlar esto, busca actividades relajantes para hacer en tu rutina de noche, como meditar, yoga, estiramientos, escribir un diario, lectura, etc. o ejercicio durante el día para que puedas despejar tu mente.

 

4. Depresión

Es otro trastorno mental que suele asociarse con dificultades para dormir, incluso se habla de una relación bidirectional entre trastornos del sueño y la depresión.
Consulta con un médico especialista para encontrar el mejor tratamiento, recuerda que implementar hábitos saludables de sueño puede ser un acompañamiento a cualquier tratamiento médico.

 

5. Consumo de cafeína.
La cafeína puede permanecer en el organismo hasta 5 horas, por lo que consumirla cercana a la hora de dormir o en cantidades mayores, puede retrasar la sensación de cansancio o la posibilidad de conciliar el sueño en un horario normal.

Evita su consumo por lo menos 4 horas antes de dormir.

 

6. Uso prolongado de dispositivos electrónicos/pantallas

El uso desmedido y sobre todo, tarde en el día, provoca un importante retraso en la producción de melatonina en el cuerpo, lo que retrasa también las posibilidades de dormir en poco tiempo.
La luz de los dispositivos, pantallas y teléfonos inteligentes, tiene la capacidad de engañar al cerebro para que piense que es de día, “hackeando el ritmo circadiano”
Haz de tu habitación un espacio libre de pantallas y dispositivos, y suspende su uso 2 horas antes de dormir.

 

Estos son algunas de las posibles causas que pueden estar ocasionando que a pesar de que te sientas agotado, no puedas dormir. Y mayormente el problema puede arreglarse con algunos ajustes en tus hábitos. Pruébalos y cuéntanos cómo te va.

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