La melatonina es una hormona natural producida por el cuerpo. La oscuridad del día hace que la glándula pineal comience a producirla a medida que se hace de noche. Regula el ritmo circadiano y sincroniza el ciclo sueño-vigilia con la noche y el día, así se facilita la transición al sueño y promueve un descanso constante y de calidad.
La melatonina también ayuda a regular la temperatura corporal, la presión arterial y los niveles de algunas hormonas. Su pico máximo de producción sucede a los 8-10 años, y a partir de los 35 años los niveles normales de melatonina disminuyen a medida que envejecemos.
Quienes no producen suficiente melatonina por la noche pueden tener problemas para conciliar el sueño. Hay muchos factores que pueden causar niveles bajos como estrés, tabaquismo, sobreexposición a la luz artificial por la noche, la falta de luz natural en el día, trabajar por turnos y el desfase de horarios.
Exponerse durante la noche a las pantallas de tablets, smartphones o computadoras, tiene un efecto directo hacia la melatonina, retrasando su producción y por lo tanto un impacto en el sueño y su calidad.
La luz azul que emiten las pantallas activa las retinas, enviando señales al cerebro que entiende que está en las horas del día en la que existe la luz natural.
La melatonina también se fabrica de manera sintética, a menudo se usa para el insomnio causado por desfase de horario, ansiedad, entre otros problemas para dormir.
El suplemento puede ser de ayuda en ciertos casos, pero no es para todos. Hay hábitos y conductas que pueden ayudar a mejorar la producción de melatonina.
Trabajar en tus hábitos al rededor del sueño te puede ayudar en gran medida a tener unos niveles saludables de melatonina, a su vez, consumir alimentos ricos en triptófano también ayudará. Consulta con tu médico para valorar el uso de melatonina.