El sueño, aunque existe desde siempre, sigue siendo un enigma para la ciencia, sin embargo, estamos seguros de que, dormir es una de las actividades más esenciales para nuestro cuerpo, no solo para descansar, también es vital para la vida y su calidad.
Según estudios, la calidad de vida mejoraría notablemente si dedicáramos el tiempo suficiente a tener un sueño verdaderamente de calidad.
El sueño es necesario para muchas funciones biológicas, conservación de la energía, restauración celular, funciones cerebrales, bienestar emocional, mantenimiento del peso, la salud del corazón, etc.
Todas estas funciones, suceden en un gran porcentaje gracias al descanso, tan solo piensa en las noches de insomnio, en las que no duermes bien, o las que de plano no puedes cerrar los ojos, no puedes concentrarte, te enfermas con mayor facilidad, tu piel no se ve hidratada ni descansada, tu apetito cambia y hasta la forma de relacionarte con otras personas.
El sueño es una función esencial que permite que el cuerpo y la mente se recarguen, dejándote fresco y alerta al despertar. Un sueño de calidad y cantidad, ayuda al cuerpo a mantenerse saludable, y a evitar enfermedades o combatirlas de manera exitosa.
La función del sueño va más allá de solo descansar, es una función vital que ayuda a mantener las funciones cognitivas y conductuales en niveles adecuados.
Una cantidad ineficiente de sueño puede tener consecuencias graves tanto en la salud física, aumentando el riesgo de enfermedades como obesidad, diabetes, etc.
Dormir más que un placer, es una necesidad fisiológica fundamental. Ayuda a enfrentar el día a día con energía y bienestar.