Cuando pensamos en el sueño, generalmente viene a nuestra mente medir su calidad conforme las horas que pasamos dormidos, sin embargo, no solo importan las horas en la cama, los expertos consideran en general 3 elementos con los que puedes medir la calidad de tu sueño: profundidad, duración y continuidad.

A menudo suelen confundirse la calidad de sueño con la cantidad de sueño, pero la verdad es que estas no están directamente asociadas. Aunque la calidad y la cantidad del sueño son medidas diferentes, ambas se ven afectadas por la higiene del sueño.

 

Profundidad.

Por lo general, descendemos al sueño profundo dentro de una hora después de quedarse dormido, y durante la noche experimentamos progresivamente periodos más cortos de sueño profundo.

 

Duración.

Tal vez sea una de las medidas más fáciles de cuantificar, incluso los expertos recomiendan ciertas horas de sueño por edad. Sin embargo, las personas tenemos distintas necesidades de sueño, aunque la medida general de los adultos es de 8 horas por día, hay quienes con 7 o 9 se sienten descansados, te tocará a ti descubrir cuál es la cantidad necesaria para tu cuerpo y respetarla.

 

Continuidad.

La calidad de sueño no se mide por las horas que pasas en la cama, tener un sueño fragmentado altera el ritmo natural de las etapas de sueño, lo que conduce a un descanso menos productivo.

Progresar sin interrupciones varias veces a través del ciclo del sueño, compuesto por 4 etapas separadas, es una parte vital para obtener un descanso verdaderamente de alta calidad.

Como resultado de una buena noche de sueño, al despertar te sientes renovado, alerta y listo para comenzar el día.

La mala calidad del sueño y la falta de sueño pueden tener muchos efectos negativos. Algunos de los síntomas que puedes experimentar debido a la falta de sueño de calidad son dificultad para despertar o conciliar el sueño, no sentirse descansado al despertar, somnolencia diurna, dificultad para concentrarse, dependencia excesiva de la cafeína, despertares nocturnos frecuentes, y ser más propenso a accidentes laborales y automovilísticos, entre otros.

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