El sueño es una necesidad fisiológica y aunque este proceso sucede de forma natural, la formación de hábitos saludables y sostenibles a largo plazo han demostrado ser parte central de la salud, estos hábitos son conocidos como higiene del sueño.
Estos son los 10 hábitos de sueño creados por la World Sleep Society.
- Mantén una rutina y horario constante: seguir los mismos pasos todas las noches, incluidas actividades como ponerte el pijama y cepillarte los dientes, pueden reforzar tu mente de que es hora de acostarse. Dormirse y despertar todos los días a la misma hora ayuda a que la concilación del sueño sea fácil y a que tu cuerpo descanse.
- No abuses de las siestas: las siestas pueden ser una forma práctica de recuperar energía durante el día, pero pueden quitarte el sueño por la noche. Para evitar esto, trata de mantener las siestas relativamente cortas y limitadas a las primeras horas de la tarde.
- Evitar fumar: la nicotina estimula el cuerpo de manera que interrumpe el sueño, lo que ayuda a explicar por qué fumar está relacionado con numerosos problemas para dormir.
- Reduce el consumo de alcohol: el alcohol puede hacer que sea más fácil conciliar el sueño, pero el efecto desaparece e interrumpe el sueño más tarde en la noche. Como resultado, es mejor moderar el consumo de alcohol y evitarlo más tarde en la noche.
- Reduce el consumo de cafeína por la tarde y por la noche: debido a que es un estimulante, la cafeína puede mantenerte alerta incluso cuando quieras descansar, así que trata de evitarla más tarde en el día. También evita consumirla en exceso si buscas compensar la falta de sueño con la energía que provoca la cafeína.
- No cenar tarde: cenar tarde, especialmente si es una comida grande, pesada o picante, seguramente hará que la digestión tarde y no permita que puedas dormir fácilmente. En general, cualquier comida o refrigerio antes de acostarse debe ser más ligero.
- Practica ejercicio regularmente: el ejercicio regular puede hacer que sea más fácil dormir por la noche y también brinda una serie de otros beneficios para la salud.
- Use ropa de cama cómoda e ideal: las sábanas, cobijas , almohadas y fundas son lo primero que tocas cuando te acuestas, por lo que es beneficioso asegurarse de que coincidan con sus necesidades y preferencias. Elige materiales transpirables, de textura suave y ligera.
- Configura una temperatura fresca pero cómoda: ajusta la temperatura de tu dormitorio para que se adapte a tus preferencias. La temperatura debe ser fresca para evitar sudoraciones nocturnas e interrupciones del sueño.
- Bloquea la luz y sonido en el dormitorio: con la ayuda de cortinas pesadas o una máscara para los ojos ayuda a evitar que la luz interrumpa tu sueño. Los tapones para los oídos pueden evitar que el ruido te mantenga despierto, también puedes probar una máquina de ruido blanco o incluso un ventilador para ahogar los sonidos molestos.